Cuando el 14 de Marzo de 2020 se decretaba el estado de alarma que nos prohibía a todas las personas salir de casa, por culpa de la pandemia COVID 19, nuestra presidenta en vez de encerrarse y acobardarse, dio un paso adelante, se inscribió en el registro de voluntarios de la Comunidad de Madrid y empezó a echar una mano, primero a todo su círculo más cercano, haciendo la compra o yendo a la farmacia ante la petición de  personas mayores, enfermos inmunodeprimidos o personas que sencillamente no se atrevían a salir de casa, estaban aislados por tener COVID o eran un contacto estrecho.

En poco tiempo, a través del boca a boca, de las redes sociales, carteles en las farmacias y WhatsApp empezó a dar ayuda a todo el que lo solicitaba, empezando a llegar solicitudes de vecinos que no podían pagar la compra pues sus recursos eran muy limitados o sus ingresos habían desaparecido.

Un grupo de vecinos se empezó a unir arrastrados por la fuerza de voluntad de Carmen para prestar ayuda, poniendo dinero para poder comprar alimentos y haciendo donaciones, para poder dar respuesta a los vecinos que lo solicitaban.

Entretanto y según íbamos conociendo cosas del maldito COVID, las mascarillas empezaron a faltar y, en esos momentos, Carmen coordino un grupo de vecinas que cosían para poder hacer mascarillas, primero hubo que conseguir las telas necesarias, la Hermandad de la Virgen de la Soledad en Galapagar hizo una gran donación de telas, y se fueron recogiendo por los domicilios de los vecinos telas en algodón que la gente nos donaba para poder confeccionar las mascarillas, luego surgió el problema de las gomas para las mismas y gracias a la Mercería Candelitas y a las donaciones anónimas de otros vecinos se consiguieron confeccionar gracias a las manos  de mujeres extraordinarias: Gema, Isabel, Amalia, Rosa, Carmen, Ángela, Lourdes, Aurora, Marisa, Paula. Marga, Soledad… en los meses de abril y mayo, cose que te cose confeccionaron más de 4.351 mascarillas de tela para niños y adultos; mascarillas que Carmen lavo, plancho y embolsó en su casa y que se repartieron gratuitamente, en residencias de la tercera edad, entre los vecinos que lo demandaban, incluso llegaron 2.000 mascarillas al Hospital de Henares que fueron solicitadas por el ayuntamiento de San Fernando de Henares.

También se cosieron más de 500 gorros para el personal sanitario, batas de plástico con bolsas de basura y otro grupo de vecinos, con impresoras 3D, como Mireya, confeccionaron pantallas que también se repartieron gratuitamente. Incluso cuando escaseaba el gel hidroalcohólico se consiguió una partida que se repartió de la misma manera.

Las solicitudes de ayuda de alimentos cada vez eran mayores, y no podemos dejar de nombrar en este momento la gran ayuda prestada por las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, que proveían de muchos alimentos que se entregaban a las familias, así como las donaciones de numerosos vecinos, que Carmen llevaba de puerta en puerta en su coche, dado que no se podía salir de casa y muchos vecinos estaban aislados por COVID.

Pronto las necesidades de espacio empezaron a ser acuciantes para poder tener los alimentos que los vecinos nos donaban para ser repartidos, y un vecino Alejandro García Miguel y toda la familia García,  Exclusivas galapagar, a la que estaremos eternamente agradecidos, respondió a la solicitud y desde finales del mes de abril, nos dejaron de forma totalmente gratuita un local en la calle Guadarrama, (haciéndose cargo incluso del gasto de luz y agua) desde allí se pudo comenzar a hacer el reparto de alimentos a los vecinos, que esta vez sí, podían acudir a recogerlos.

Al disponer de un amplio local además de alimentos se empezaron también a recibir donaciones de ropa, calzados, juguetes, material escolar, muebles y enseres, electrodomésticos, menaje, mantas, etc.… que se ponían a disposición de los vecinos que pudieran necesitarlo

Agradecemos a Ángel Luis Blanco de la oficina de seguros Catalana Occidente, Angel Blanco Mediación SLU, que desde el principio puso a nuestra disposición un seguro de responsabilidad civil para el local.

El 24 de abril de 2020 se organizaron campañas de recogida de alimentos y productos de higiene en las comunidades de vecinos, seguíamos confinados y no se podía salir por lo que pusimos cajas en los portales y porterías de las comunidades donde los vecinos nos dejaban los productos que compraban y donaban. El Guijo, Parquelagos, Prado de la Navata, Colonia España, Fuente el Puerco, Tejoneras, Peraleda, Quinta del Praderón, c/ Cruces, 10, La Herradura, Peña de las brujas, c/ Comercio, Pintor Rafael Boti, Colada Charco de la Hoya, Fuente del Gitano, Las Zorreras, la Navata… en fin mucha gente confió y las donaciones permitieron el milagro.

También hay que agradecer a Coca-Cola European Patners y a Eugenio, la donación de refrescos y bebidas, que nos permitió, dar también a las familias un pequeño capricho; y como no gracias a distribuciones Guillen Gutiérrez que donaron más de 200 litros de leche para repartir.

Gracias a la cofradía de Romeros de la Virgen de los Desamparados, que todas las semanas durante tres meses traían una donación de producto fresco, fiambre.

Gracias a la carnicería Jesús Domingo que desde el primer día nos dona todas las semanas 15 docenas de huevos, donación que aun hoy en día se sigue manteniendo

Gracias a la carnicería de Amador y carnicería Hidalgo, que todas las semanas nos han donado y siguen haciéndolo carne, pollo.

Gracias a la frutería Tamsaman que de vez en cuando nos dona fruta y verdura fresca

Gracias a tantos y tantos vecinos particulares que durante esos terribles meses de confinamiento todas las semanas aparecían con una bolsa con productos frescos, ropa, juguetes, libros enseres, para repartir: María Jesús, Rafa, Isabel, Sol, Pilar, Belén y Antonio, Pepe y Paula, Gema y Pablo, Oscar, Mabel, Miriam, Carmen y Alfredo, Julio y Carmen, Amalia, Petri, María Jose, Salome y Manolo, Luisa, Jose María,  Jose y sus hijos, Abdelhak y  Alba, Benito y  Josefina, Javier y Cacu, Jaime y Sara, Cuco y Elena, Mustafá, Beatriz, Conchita, Mari Feli, Alma, Cristina, Nieves, Ruperto y Lola, Mari Carmen y Ana, Angela, Marga y Pilar, Salvo y Carla, Manuel, Mabel y Oscar, Susana y Angel, Javier y Pepi, Jose Ramon, etc.… a los que nos facilitaron las primeras neveras, las mesas que dono el PP de Galapagar junto con un buen lote de gel hidroalcohólico.

El nuevo local y la relajación en las restricciones de movilidad, permitió realizar la primera campaña de recogida de alimentos los días 5 y 6 de junio de 2020 en los supermercados de la localidad donde gracias a la solidaridad de los vecinos, recogimos más de 5 toneladas de alimentos.

En julio organizábamos en la plaza de la constitución de Galapagar el primer mercadillo solidario para recaudar fondos con la venta de los gorros, para el personal sanitario.

Cuando las restricciones se fueron levantando y se podía salir organizamos una reunión a la que se invitó a todos los voluntarios y vecinos a los que se ayudaba, fue el día   23 de julio de 2020, para constituir la asociación sin ánimo de lucro En Galapagar No Estás Solo y poder inscribirnos en el registro de asociaciones de la Comunidad de Madrid.

En septiembre de 2020 organizábamos la segunda campaña de recogida de alimentos en los comercios y también de material escolar para los niños que debían comenzar el curso escolar, en diciembre tendríamos una tercera campaña; campañas que no hubieran sido posible sin la participación de 30 voluntarios que estuvieron en las puertas de los comercios. ¡GRACIAS!.

Comenzamos con las huchas solidarias por diferentes establecimientos del pueblo que quisieron colaborar, para recaudar fondos y comprar alimentos: S-Copy, Bar los Cerezos, El Abuelo Panadería, farmacia de la Navata Sol Ostos, carnicería Amador, Meceria Candelitas, carnicería Jesús domingo, carnicería Hidalgo, Mi burbuja de Té, Daniel’s, El Buen Yantar…

También con los comercios que quisieron colaborar pusimos puntos de recogida de alimentos, en Mercería Candelitas, Bar el Buen Yantar, el Abuelo Panadería, La Palomera, Mi Burbuja de Te.

Gracias a la asociación Las Tejedoras de las Matas y al grupo de consumo ecológico “Ajo feliz” que nos donaron durante todo el año 2020 más de 1000 kg. de naranjas, o al restaurante Viva Galicia que nos donó 200 kg. de patatas.

En esa navidad del 2020 gracias a las donaciones de los vecinos pudimos dar un juguete un libro y un peluche, a todos los niños de las familias a las que ayudábamos.

Al igual que aumentaban las solicitudes de ayuda, también fueron apareciendo personas que hacían donaciones, que se ofrecían como voluntarios, por lo que las necesidades de tener una organización más formal se hacían imperiosas.

Tras un año en el local de la calle Guadarrama, tuvimos que trasladarnos a nuestro local actual en la calle Tenería 4, local que otro vecino, Enrique Guillen, sin cuya solidaridad, nada habría sido posible, nos cedió gratuitamente por dos años. Este local tuvo que ser acondicionado de forma completa, y esto fue posible gracias al trabajo desinteresado de voluntarios como Tarik, Lolo, Roland, Yassine, Eduardo, Antonio, Angel, Miguel, Miriam, o Carmen que,  con su trabajo generoso, hicieron posible que dispongamos de un local donde prestar un servicio de calidad a nuestros vecinos, empresas de Galapagar nos donaron material de la obra, así como empresas de Castellón de la Plana , La Casa de los Azulejos,  L&R Puertas de las Rozas, Morlopin SL de Valdilecha que os regalo la pintura o la fundación Madrileña nos ayudó, para poder realizar toda la instalación eléctrica.

Fruto de esta labor el ayuntamiento de Galapagar en marzo de 2021 nos reconoció todo este trabajo realizado durante la pandemia otorgándonos junto a otras asociaciones del municipio el Reconocimiento al Mérito de la Villa, por nuestra labor durante la pandemia.

Y aquí seguimos con nuestro reparto de alimentos semanal, atendiendo a los vecinos todos los lunes y jueves de año, sin excepción.

Este local nos ha permitido consolidar nuestro ropero y convertirlo en una boutique solidaria, donde hemos seguido recibiendo donaciones de ropa, juguetes, libros, televisores, electrodomésticos, ordenadores, accesorios, bisutería, cuadros, abalorios, adornos, que se han ido repartiendo entre las familias que lo necesitaban, o que se convertían en dinero para hacer frente a las necesidades de los vecinos, por su venta en los mercadillos.